Los clubes de producto turístico: una oportunidad para la innovación (1ª Parte)

Post elaborado por nuestro compañero Luis Herrero

Uno de los actuales “lugares comunes” en numerosos destinos turísticos españoles son los clubes de producto. No hay destino que se precie que no haya “conformado”, o esté en disposición de hacerlo, con uno o varios clubes de producto turístico. A priori, ante esta “moda” se me ocurre que lo verdaderamente a tener en cuenta no es que se reproduzcan los modelos o experiencias exitosas, que habelos haylos, sino la profusión de casos en los que el parecido con la realidad es pura casualidad. Entre otros perjuicios, uno de los de mayor relevancia es la confusión que se provoca en el mercado, y la imagen tan distorsionada que se está ofreciendo a la demanda turística; y, también hay que decirlo, el descrédito que se produce entre el sector público y el privado que busca opciones y alternativas para favorecer su competitividad en un mercado cada vez más complicado en todos los sentidos. Con la presente serie de post nos conformamos con aportar un poco de claridad al respecto.

Remontándonos a la última década del siglo pasado, allá por los años 90, ante la respuesta que se obtuvo en los estudios de mercado realizados con respecto a la percepción de la demanda sobre la oferta turística de Canadá, la Comisión de Turismo de Canadá decidió emprender un programa de creación de Clubes de Producto Turístico, que se inició en el año 1996, y que tenia como principales objetivos:

  • Incrementar la variedad de las actividades y servicios turísticos.
  • Incrementar la calidad de las actividades y servicios turísticos.
  • Construir redes de negocios entre los productores de servicios y actividades para el turismo.
  • Incrementar el intercambio de información entre los actores del turismo.
  • Estimular las asociaciones comerciales entre los actores del turismo.

En otros países, como en Francia, los Clubes de Producto se desarrollan inicialmente con fines esencialmente informativos, con el objetivo de mejorar el conocimiento de la demanda sobre el destino, y favorecer los procesos de comercialización. Y, en México, se ha se ha pretendido que cumplan una función esencialmente relacionada con la promoción de sus destinos.

En el caso de España, uno de los antecedentes más singulares, lo constituye el concepto de Estaciones Náuticas, que haya a finales de los años 90 del siglo pasado y los primeros años del presente, se consolida como un nuevo modelo de producto turístico, que integra, en un espacio geográfico determinado, diferentes elementos de la oferta turística (inicialmente establecimientos de alojamiento y empresas de actividades náutico-recreativas) en torno a una actividad/producto “las actividades náuticas”, sobre la base del cumplimiento de un protocolo autoregulado, y en el marco de un modelo de gestión esencialmente privado. El proyecto se llevo a cabo con el doble objetivo de dinamizar destinos turísticos de “sol y playa” en claro declive, y responder a los cambios en las pautas de consumo vacacional de la demanda. Al pasar del tiempo, el proyecto se ha consolidado con 21 Estaciones Náuticas repartidas por todo el litoral español.

Clubes de Producto Turístico

Fuente Hotel Spa Lavida de Peñafiel

Un poco más tarde, se desarrolla otro de los proyectos paradigmáticos en relación con los Clubes de Producto Turístico, las Rutas del Vino de España.

Este proyecto, impulsado por ACEVIN (Asociación de Ciudades del Vino de España), y al igual que el anterior, por TURESPAÑA, se estructura en torno a la “cultura del vino”, y que ya en los primeros años de la década pasada, se comienza a oír hablar del “enoturismo”. La novedad en este caso, es además de la que hace referencia a la temática, sin duda, se debe a la integración de elementos que no estaban directamente relacionados con la actividad turística: las bodegas y las explotaciones vitivinícolas. No obstante, se siguen observando coincidencias con el ejemplo anterior, por cuanto se desarrolla en torno a un producto, sobre la base de un sistema autorregulado, y en el marco de un modelo de gestión, en este caso de carácter público-privado.

Visiones del Turismo