Madrid, la ciudad viva

Madrid no es sólo la capital de España, es una gran urbe cosmopolita, viva, llena de rincones en los que perderse y descubrir nuevos lugares con encanto, historia y un pasado reciente de chulapos y castizos que todavía impregna el aire en algunas zonas del casco antiguo. Pero si lo que queremos es conocer la ciudad y hacernos una idea de su importancia, hacer una pequeña maratón de un par de días nos puede dar la imagen que buscamos.

Recuerda que en el centro encontraremos fácilmente algunos de los mejores restaurantes de Madrid. Es de obligado cumplimiento el primer día acercarse a la Puerta del Sol, pisar sobre el Kilómetro 0, de donde parte todo un país, saludar al oso y su madroño, descubrir la Casa de Correos desde donde todos los años escuchamos las campanadas del año nuevo.

De ahí tomaremos rumbo a la Plaza Mayor para admirar sus murales, recorrer tiendas que están abiertas desde antes de que muchos naciéramos, sentir el bullicio de la gente disfrutando del momento, sentada en el suelo, escuchando a algún cantante callejero, viendo un mimo… Si tomamos la salida de la calle Toledo nos perderemos por callejuelas del Madrid Castizo, que se nota en la forma de mirar y hablar de sus vecinos y, si estamos en las fiestas de San Isidro, disfrutando de los balcones en los que cuelgan, como es tradición, mantones de manila, que le dan un color maravilloso a las calles.

No podemos ir a Madrid sin disfrutar de la comida de algunos restaurantes baratos Madrid y después irnos a visitar la Puerta de Alcalá, uno de los símbolos importantes de la ciudad, recorrer la Gran Vía notando la vida que recorre esa arteria  urbana. Después de ese encuentro con la vida cotidiana, y para encontrar rincones tranquilos en los que reflexionar, lo mejor es visitar el Palacio Real y sus jardines.